Esta encantadora casa de pueblo ofrece un acogedor refugio con un diseño funcional y espacios bien aprovechados. Con una superficie cubierta de 77,36 metros cuadrados, la propiedad se distribuye en dos amplias habitaciones que proporcionan comodidad y luminosidad. Al entrar, un vestíbulo da la bienvenida y conecta con el comedor, que cuenta con una chimenea de obra, ideal para disfrutar de cálidas veladas. La cocina se encuentra bien equipada y es práctica, mientras que una galería aporta un espacio adicional con luz natural.
La casa dispone también de un aseo y, al salir, un amplio patio descubierto de 72,23 metros cuadrados con una zona de barbacoa, perfecto para reuniones al aire libre. Además, cuenta con un pequeño garaje, ideal para guardar motos o bicicletas, completando la funcionalidad de esta vivienda llena de encanto rural.